Criocirugía


Cirugía mínimamente invasiva
en la propia consulta

Te han diagnosticado un cáncer de piel o tienes lesiones en la piel que crees que son benignas y desearías un tratamiento que se pudiera realizar en la consulta sin necesidad de acudir a quirófano. La criocirugía puede resultar una opción válida pero,

¿sabes si es la opción adecuada para resolver tu problema?

Verónica Ruiz dermatóloga en Barcelona especializada en criocirugía


mi experiencia

A lo largo de mis 15 años de carrera profesional como dermatóloga, he logrado tratar numerosas lesiones superficiales de piel de forma satisfactoria y con buenos resultados cosméticos empleando la criocirugía.

En mi opinión, es una técnica resolutiva, sencilla y que ofrece buenos resultados cosméticos, pudiendo tratar lesiones de piel tanto benignas como algunas malignas superficiales.

La criocirugía como opción de cirugía mínimamente invasiva en la consulta de dermatología

Con la criocirugía podemos solucionar una gran cantidad de lesiones cutáneas superficiales, ya sean benignas o malignas, de una forma rápida, sencilla y con muy escasas complicaciones.

No se necesita una preparación concreta por parte del/la paciente y se realiza en la propia consulta.

una alternativa terapéutica
sencilla, rápida y versátil

La criocirugía consiste en la destrucción de tejido biológico por congelación.

Es una técnica muy utilizada en nuestra actividad dermatológica diaria en la consulta, sencilla de realizar, eficaz y con buenos resultados cosméticos si se realiza de forma adecuada.El efecto terapéutico del frío sobre el tejido humano se conoce desde el siglo XIX, siendo el nitrógeno líquido el agente más utilizado en las consultas dermatológicas para la realización de esta técnica.

¿Cómo
Funciona?

Al aplicar frío, se daña el tejido debido a la formación intracelular y extracelular de cristales de hielo.

En la práctica, aplicamos el nitrógeno líquido en spray (con aplicadores de diferente calibre) y la congelación en la piel comienza de inmediato, observándose una decoloración blanquecina que se extiende periféricamente desde el punto de contacto. 

La profundidad de la congelación puede aumentarse aplicando presión sobre la piel o bien prolongando la duración del procedimiento.

¿Para qué
se usa?

Generalmente tratamos lesiones cutáneas superficiales, ya sean benignas o malignas.  En muchas ocasiones, empleamos la crioterapia como paso previo al afeitado o “shave” de la lesión, ya que por un lado, proporciona una ligera anestesia local instantánea y por otro, el hecho de congelar el tejido facilita el corte del mismo.Algunas lesiones cutáneas tributarias de tratamiento mediante crioterapia son las siguientes:

1

Lesiones benignas

Queratosis seborreicas, fibromas, verrugas vulgares víricas, verrugas planas, léntigos solares, condilomas, molluscum contagiosum, entre otras.

2

Lesiones malignas

Queratosis actínicas (precáncer cutáneo) y algunos tipos de cáncer de piel superficiales      

A veces me
preguntan

La criocirugía la realizo en la propia consulta sin necesidad de ir a quirófano. Su realización conlleva escasos minutos (dependiendo del tipo de lesión cutánea a tratar) y que presenta un bajo índice de complicaciones.

Generalmente recomiendo al paciente que haga higiene normal de la zona tratada en el mismo día tras el procedimiento y que aplique diariamente algún antiséptico tópico (por ej, yodo o alcohol) para desinfectar y ayudar a secar la herida y la formación de costra. La costra tardará 2-3 semanas en caer quedando una zona de piel más vulnerable, por lo que es muy importante aplicar protección solar durante los días y meses siguientes a la realización de la técnica para evitar el desarrollo de manchas (hiperpigmentaciones) poco cosméticas.

Aunque se trata de una técnica bastante segura, existen una serie de riesgos o complicaciones que conviene conocer, así como la manera de evitarlos.
La seguridad en el tratamiento comienza con la selección cuidadosa del/la paciente y de la lesión a tratar.
La aparición de posibles complicaciones está sobre todo relacionada con la duración del procedimiento y el tipo de piel del paciente.
Las complicaciones más comunes que se pueden presentar tras la realización de crioterapia son:

  1. Dolor: El/la paciente suele referir dolor leve-moderado durante la congelación y unos minutos después. Generalmente es transitorio y no requiere analgesia.
  2. Inflamación y edema: Inmediatamente después de la congelación ocurre una hinchazón y enrojecimiento (eritema) del área tratada que puede durar varias horas (hasta 1-2 días). Generalmente es transitorio y se pueden aplicar soluciones secantes o astringentes para disminuir la inflamación y las molestias locales asociadas.
  3. Formación de vesículas/ampollas: Pueden aparecer a las pocas horas y, si se trata de ampollas grandes, tensas y con gran cantidad de líquido, se pueden pinchar para extraer el líquido y así facilitar su secado y aliviar la molesta local.
  4. Hipo o hiperpigmentaciones: Se recomienda utilizar una protección solar adecuada para evitar sobre todo las hiperpigmentaciones.
    Es más frecuente que aparezcan reacciones más severas en aquellas áreas de piel más fina (párpados, sien, dorso de manos), o las que se encuentran muy dañadas por la exposición solar crónica.