¿NOS APLICAMOS EL PROTECTOR SOLAR TÓPICO DE FORMA ADECUADA?

Los protectores solares tópicos contienen compuestos químicos (orgánicos) o físicos (inorgánicos) que actúan bloqueando la RUV  y son activos frente a UVA/UVB.

Los filtros químicos son compuestos que absorben la RUV y la convierten en longitudes de onda de menor energía, como la radiación infrarroja (es decir, calor).  Son más cosméticos que los filtros físicos. sin embargo presentan un riesgo mayor de producir dermatitis de contacto.

Los filtros  físicos, como el dióxido de titanio y el óxido de zinc, reflejan o refractan la RUV lejos de la piel.    El mecanismo de acción de un protector solar físico se basa en el reflejo y la dispersión de la luz ultravioleta de la misma forma que la ropa.   Son menos cosméticos que los filtros químicos pero, al tratarse de polvos inertes, no producen irritación ni sensibilización.

Los avances en la formulación de estos filtros físicos han dado lugar a compuestos más aceptables desde el punto de vista cosmético.

Cómo aplicar correctamente el filtro solar sobre nuestra piel

La correcta administración es clave para la eficacia del uso de estos productos.

Los estudios han observado que solemos subaplicarnos el protector solar, con un uso estándar que oscila entre el 20% y el 50% de la aplicación recomendada.  Sin embargo, el empleo  de protectores solares con SPF más altos puede compensar este dèficit de aplicación.  Por ejemplo, cuando se aplica un protector solar con un SPF de 50 en condiciones de subaplicación, el protector solar està proporcionando realmente un SPF inferior (en torno a 25).

Se debe aplicar una película uniforme y generosa de protector solar, y la aplicación debe realizarse 20-30 minutos antes de la exposición al sol. La cantidad adecuada a aplicar es de 2 mg / cm2, lo que equivale a la cantidad equivalente a una cucharilla de café para cabeza y cara, 2 para tronco, 1 en cada brazo y 2 para cada pierna.                                                                                                                                                                    Las organizaciones de salud pública, incluida la OMS, recomiendan que el protector solar se vuelva a aplicar cada 2 a 3 horas, aunque algunos autores han señalado que la reaplicación con una frecuencia de hasta veinte minutos puede mejorar significativamente la protección contra la RUV.

Utilizaremos un filtro solar “water resistant” cuando vayamos a bañarnos o sudar y sería necesario una nueva aplicación del producto cuando hayamos acabado la actividad.

Los protectores solares en aerosol son menos deseables que los de crema ya que el viento viento puede dispersar el protector solar y a menudo, se secan rápidamente, no son claramente visibles una vez que se rocían sobre la piel y por lo tanto, es difícil determinar si la aplicación fue homogénea.

¿Son seguros los filtros solares para nuestra piel?

La seguridad de estos productos están regulados por las autoridades competentes nacionales e Internacionales y deben cumplir una serie de requisitos, no solo para proteger de las quemaduras solares sino también para prevenir el desarrollo a largo plazo de cáncer de piel y el fotoenvejecimiento.

La verdadera medida de la eficacia clínica de un protector solar es su capacidad para reducir los efectos biológicos del sol, como el daño al ADN, la supresión del sistema inmunológico y la generación de radicales libres, todos ellos precursores del cáncer de piel.

Las reacciones adversas notificadas con mayor frecuencia a los protectores solares incluyen irritación subjetiva (p. Ej., escozor y ardor) sin erupción, dermatitis de contacto irritativa y comedogenicidad. En raras ocasiones, los ingredientes de los filtros químicos también pueden causar dermatitis de contacto alérgica y fotoalérgica.

Hay escassa evidencia publicada ( y de baja calidad) de que algunos ingredientes de los filtros químicos se absorben sistémicamente (ésto no sucede con los protectores físicos), pero los efectos de esta absorción están pendientes de especificar en futuros estudios.

¿Quien debería aplicarse filtro solar?

Las autoridades sanitarias recomiendan el uso regular de protector solar con un SPF de 30 o más para personas de todo tipo de piel, aunque los cánceres de piel son mucho más frecuentes en las personas de raza blanca que en las personas de piel más oscura.

No se han realizado estudios para evaluar la eficacia del uso regular de protectores solares en la reducción del riesgo de càncer de piel entre las personas que no son de etnia caucàsica.

No  se recomienda el uso de filtro solar para niños menores de 6 meses debido al riesgo teórico de una mayor absorción de sus ingredientes como resultado de una mayor proporción de superficie corporal/peso corporal y una epidermis más delgada.                                                                                                                      Los pilares de la seguridad solar en los bebés incluyen evitar el sol y empleo ropa protectora.

También se recomienda limitar la exposición al sol de niños menores de 3 años.

¿Es necesario que  reapliquemos el filtro solar cada cierto tiempo?

En 2007, la FDA agregó requisitos para que los protectores solares se etiquetaran como «volver a aplicar al menos cada 2 horas» basándose en datos muy limitados. Los datos de varios estudios sobre filtros solares spf 50 revelaron que el protector mantuvo la misma eficàcia durante al menos 6 h y durante 2 h para pacientes que habían sudado despues de hacer ejercicio y que a partir de aquí, la eficàcia disminuïa lentamente entre un 15-40%

Es decir, según estudios recientes, sin hacer ejercicio ni sudar, un filtro spf 50 mantendría la misma eficàcia durante al menos las 6 primeras hores tras su aplicación y, a partir de este momento la eficàcia disminuiria de forma paulatina a un spf 30. Con el ejercicio y la sudoración, el filtro mantendría la misma eficàcia al menos durante 2 h,  descendiendo lentamente hasta el nivel de SPF 30 después de 6 horas de sudoración.

Por lo tanto, no sería estrictamente necesario reaplicar el mismo protector solar cada 2 h sin haber sudado ni haber realizado ninguna actividad física; si que quizá se podría valorar el hecho de reaplicar un protector solar con un spf inferior tras el ejercicio o sudoración para compensar la relativa pérdida de eficacia a las 2 h de la primera aplicación.

No existe el protector solar absolutamente resistente al agua; sin embargo, la FDA ha aprobado 3 niveles de resistencia al agua basados ​​en la capacidad de un producto para resistir un período de 80 minutos de inmersión en agua

¿Cómo impactan los filtros solares en el medio ambiente?

Algunos estudios han revelado que los ingredientes químicos de  los filtros solares son detectables en diverses fuentes de agua, que pueden persistir a pesar del tratamiento de las aguas residuales, y en el tejido de varias especies de peces.

Por ello, en los últimos años, las autoridades competentes y la industria farmacéutica están favoreciendo y fomentando el desarrollo de nuevos filtros UV con perfiles más ecológicos y con menor impacto ambiental, como por ej, el empleo de sustancias naturales como la lignina, silimarina, antioxidantes marinos, entre otros.

¿Cual es el futuro de los filtros solares?

Los esfuerzos estan dirigides hacia la mejora  de los filtros solares tópicos en los siguientes aspectos: desarrollo de ingredientes adicionales innovadores que complementen la protección proporcionada por los filtros UV y de  formulaciones que tengan un impacto ambiental mínimo;  diseño de protectores solares específicos / personalizados para diferentes subgrupos de población con diferentes necesidades de protección; mejorar la textura y cosmeticidad para facilitar así el cumplimiento del uso regular de estos productos entre la población.

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